-En esta dirección -dijo el Gato, haciendo un gesto con la pata derecha- vive un Sombrerero. Y en esta dirección -e hizo un gesto con la otra pata- vive una Liebre de Marzo. Visita al que quieras: los dos están locos.
-Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca -protestó Alicia.
-Oh, eso no lo puedes evitar -repuso el Gato -Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca.
-¿Cómo sabes que yo estoy loca? -preguntó Alicia.
-Tienes que estarlo afirmó el Gato-, o no habrías venido aquí.
Lewis Carroll - Alicia en el País de las Maravillas
Recuerdo el día que hablé con Iván y Ana por primera vez sobre su sesión y me contaban su historia de amor. Se miraban, se reían, aprovechaban cualquier circunstancia para tocarse cuando se apuntaban el uno al otro.
- No aquello ocurrió la primera vez que salimos, no recuerdas?!!- sonrisas...
Porque la historia de Iván y Ana es larga, de un amor que sobrevivió al tiempo de separación, a las circunstancias, al "todo en contra".
Pero sobre todo recuerdo aquella frase de Ana: -Nosotros es que somos muy "faranduleros"!!-me hizo mucha gracia esa palabra y pregunté. -Sí, es que hemos hecho teatro los cuatro, hasta la pequeña Carmen ha participado en alguna obra...
En ese mismo instante empezó a fraguarse la historia de amor del Sombrero Loco y su Reina de Corazones, en su particular Wonderland
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